La áspera isla volcánica emerge del Atlántico como la Atlántida y despliega su irresistible encanto. El Parque Marino de Saba rodea toda la isla. En la propia isla, impresionantes serpentinas conducen al pueblo de la isla, The Bottom. Las rutas de senderismo se extienden por toda la isla y hacen de las caminatas una experiencia excepcional. Hay dos pequeñas playas artificiales, Well's Bay Beach y Cove Bay Beach. La isla, que sólo tiene unos 13 km² y unos 2.000 habitantes, es un paraíso para los románticos.